Medalla de oro para el maíz argentino: tiene la menor huella de carbono a nivel mundial.
La producción del cereal tiene una huella de carbono un 61% inferior al promedio mundial. Se habló en el 3° Congreso Internacional de Maíz. Medalla de oro para el maíz argentino: tiene la menor huella de carbono a nivel mundial
Autor: REDACCIÓN CLARÍN - 30/08/2024
Para dar inicio a la segunda jornada del 3° Congreso Internacional de Maíz, que se realiza hasta hoy en Córdoba, se desarrolló la charla denominada “Huella de carbono: medalla de oro argentina”.
Con Matías Mensa como moderador, disertaron Pablo Leguizamón, ingeniero industrial y líder de operaciones comerciales de carbono de Bayer; Rodolfo Bongiovani, investigador de INTA; Leticia Tuninetti, ingeniera industrial especialista en ingeniería ambiental de INTI; y Sabine Papendieck, Licenciada en ciencias políticas, coordinadora general del PACN (Programa Argentino de Carbono Neutro).
Rodolfo Bongiovani comenzó por analizar los datos brindados por RETA, que contempla 16 zonas productoras con niveles tecnológicos bajo, promedio y alto, desde el sur de la Provincia de Buenos Aires hasta el norte: “Hoy registramos 0,178 kilos de dióxido de carbono equivalente. El maíz tiene fotosíntesis y secuestra carbono, sí, pero hay cuestiones vinculadas al suelo y al clima que no permiten que su huella de carbono sea cero”.
A ello agregó: “Los factores son, en un 35% la fertilización nitrogenada y en un 23% la producción de fertilizantes. Además, hay un 20% de residuos de cosecha, un 11% de combustibles labores, un 9% de producción de herbicidas y un 2% de producción de semillas. El punto crítico a trabajar es el de los fertilizantes y hay alternativas”.
Para contextualizar, el investigador de INTA contrastó los datos argentinos con los de otros países. Según información brindada por Nemecek, autor líder de bases de datos vinculadas a la materia, Argentina tiene una huella de carbono un 61% inferior al promedio mundial. En detalle, un 52% menor a la de China y Tailandia; un 66% inferior a la de España; un 27% por debajo de Canadá y Estados Unidos; y también un 52% debajo de la de Brasil.
Por su parte, Leticia Turinetti profundizó en cómo un maíz con baja huella de carbono influye positivamente en la producción de carne bovina: “Es trascendental por el tipo de alimentación, el engorde del animal, su peso y la calidad de faena”.
La especialista en ingeniería ambiental de INTI brindó datos estadísticos para enmarcar la buena posición argentina. “CEPA analizó el impacto ambiental en un kilo de carne de pollo. La huella de carbono fue de 1,50 kilos de huella de carbono por cada kilo de pollo. En la comparación, tendríamos otra medalla de oro. En Reino Unido es 6,6; en Italia es 5,5 y en Irán es 5,3, por ejemplo”, argumentó.
Herramientas para reducir emisiones
Sabine Papendieck, como coordinadora general del Programa Argentino de Carbono Neutro, explicó que en Argentina los productos se producen de una manera diferente a cómo se hace en otros países. “Es por eso que necesitamos estrategias personalizadas, pensadas estratégicamente. Buscamos generar herramientas amables y de fácil uso”, indicó.
La licenciada en ciencias políticas agregó una mirada optimista: “Tenemos mesas sectoriales: maíz y sorgo, lácteos, porcinos, oleaginosa, entre otras. Las empresas hacen el esfuerzo al solicitar las herramientas, probarlas y, juntos, mejorarlas. Reducir el impacto ambiental es el objetivo y las compañías están dispuestas a trabajar en eso”.
Pablo Leguizamón es líder de operaciones comerciales de carbono de Bayer y resaltó cuáles son las estrategias que la firma lleva adelante para afrontar sus tres desafíos principales: producir más con menos, restaurar la naturaleza y escalar la agricultura regenerativa.
El ingeniero industrial destacó que “PRO Carbono es una iniciativa de Bayer para trabajar junto al productor en un sistema más sustentable y rentable. La sequía, la chicharrita y otras adversidades nos plantean desafíos para seguir en el camino de la reducción de emisiones”.
Finalmente, el representante de Bayer señaló que “El PRO Carbono es una solución para abordar los desafíos de la cadena de suministro hacia la descarbonización. En el paso a paso desde el productor hasta la industria, se puede mejorar cada proceso. Se reconoce también el esfuerzo de los productores que miden su huella de carbono y adoptan una agricultura sustentable relacionada con la preservación de áreas nativas”.