En la cabaña más austral del mundo las vacas sobreviven meses bajo la nieve.
Entre los bosques de lengas y ñires, las vacas Hereford de Estancia Pirinaica soportan temperaturas de menos veinte y alcanzan índices de destete del 88 por ciento. Durante el invierno, las vacas pierden entre 60 y 70 kilos.
Autor: Lucas Villamil en Clarin Rural - 06/06/2024
La ganadería es sin dudas la actividad productiva más federal de todas. En cada rincón del país se puede encontrar una vaca criando un ternero, y la genética es la llave maestra que hace que eso sea posible. Así como en los ásperos y calurosos montes del NEA y el NOA las razas sintéticas abrieron un portal de mejora continua, en la Patagonia es la raza británica Hereford la que permite sobrevivir a los fríos más extremos sosteniendo índices satisfactorios.
Esto se observa en la Estancia Pirinaica, tal vez la cabaña más austral del mundo, a pocos kilómetros del Cabo San Pablo, en Tierra del Fuego. Allí, donde la nieve cubre el suelo la mitad del año y las temperaturas llegan a menos 20 grados, las vacas Hereford mantienen porcentajes de preñez del 94 por ciento y destetes del 88 por ciento.
Así lo indica en diálogo con Clarín Rural Jorge Sevillano, quien un día hace menos de diez años agarró las llaves del campo por pedido de su padre, que se iba de vacaciones, y nunca más las largó. Su padre falleció y él, que se dedicaba a manejar una concesionaria en la ciudad de Río Grande, se vio en la decisión de cambiar de rubro.
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