Recta final. El Gobierno intensifica el uso del Estado para la campaña del miedo contra Javier Milei
En la recta final rumbo a la segunda vuelta electoral del domingo, el aparato estatal salió a alentar la campaña del miedo contra Javier Milei. Sucedió a través de distintas modalidades, que incluyeron gacetillas de ministerios con pronósticos alarmantes de medidas que el oficialismo pretende atribuir al candidato libertario, oficinas y edificios públicos con cartelería sobre el eventual impacto de un gobierno de La Libertad Avanza en el bolsillo de la población y los derechos ciudadanos, universidades de la Capital y el interior del país empapeladas en defensa de la educación pública con cuestionamientos a las iniciativas del economista, así como movidas de trabajadores de organismos estatales y gremios.
Autor: Informes de Lucila Marin, Pablo Fernández Blanco, María Julieta Rumi, Mariela Arias, Gabriela Origlia y Martín Boerr para La Nacion - 16/11/2023
El despliegue se registra desde el Banco Central hasta la terminal ferroviaria de Retiro, pasando por la Facultad de Derecho de la UBA y la ex-ESMA, entre otras dependencias, según constató LA NACION en una recorrida.
Gran parte de esta jugada estuvo en manos del Ministerio de Transporte de la Nación en las últimas semanas, e incluso ayer, cuando un mail institucional del área de Prensa y Comunicación informó que solo 1655 personas solicitaron la baja del subsidio a los viajes en colectivos y trenes nacionales desde que se habilitó el formulario para renunciar. La convocatoria se abrió el 20 de octubre, a dos días de las elecciones generales, en un intento de exponer lo que significaría una eliminación de los aportes estatales como un dardo a sus oponentes.
Según dijeron, de ese total, solo 512 tarjetas SUBE finalmente validaron la renuncia a la asistencia y apenas 209 fueron utilizadas hasta el momento para realizar algún viaje con el nuevo monto. “Evidentemente la decisión de Milei de quitar los subsidios tiene muy poco respaldo popular y social. Demostramos que es una propuesta fallida, perjudicial para la sociedad”, arengó al respecto el ministro Diego Giuliano.
Ya después de que Giuliano anunciara que los usuarios de transporte público podían decidir si recibir o no el subsidio, aparecieron en las pantallas de las estaciones de trenes mensajes que contrastaban los valores con y sin ayuda pública. “Tarifa trenes Massa: 56,23 pesos; tarifa trenes Milei: 1100 pesos; tarifa trenes Bullrich: 1100 pesos”, señalaban. “Cuando te hablan de subsidio, esa es la diferencia en tu precio”, remataban. Desde la cartera que conduce Giuliano alegaron que se trataba de “una acción gremial”.
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