Biocombustibles: precio y ambiente
Massa prometió aumentar el corte de bioetanol al 15%, pero el anunció se frustró por ahora. Automotrices presionaron a Massa con la cancelación de la garantía de los vehículos.
Autor: Hector Huergo Editor de Clarin Rural - 12/11/2023
Los biocombustibles se filtraron en la agenda electoral por varias vertientes. La crisis de abastecimiento, consecuencia de falencias en la conducción del área energética del ministro de Economía, Sergio Massa, fue un duro golpe en la fase clave de la campaña del candidato presidencial oficialista. Dicen las encuestas que perdió entre dos y tres puntos.
Con rápidos reflejos, Massa se mostró el lunes pasado en la planta de etanol de Bio4, en Rio Cuarto. Puso toda la carne en el asador: fue acompañado por su secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y la secretaria de Energía, Flavia Royón. Sabía que la transformación del maíz tuvo un impacto fenomenal en el desarrollo de la economía cordobesa. Y los votantes cordobeses van a ser clave en las elecciones del domingo 19.
Por eso fue con un anuncio muy esperado en carpeta: el aumento del corte de la nafta con etanol del 12 al 15%. Es clave para el sector, porque esos tres puntos de incremento se concentrarán en el etanol de maíz, ya que el de caña no puede crecer, y menos frente a la relación de precios entre el azúcar y el alcohol. Se desatarían así inversiones que están en las gateras de todas las plantas de fermentación de maíz.
Pero el anuncio se frustró, al menos momentáneamente. Las empresas automotrices nucleadas en Adefa salieron al cruce del ministro: en un sorpresivo comunicado, dijeron que si aumenta el corte al 15% cancelarían la garantía sobre los vehículos que venden. Un balde de agua fría no solo para la industria etanolera, sino para el sector agropecuario en su conjunto.
Es una decisión poco comprensible. Todas las empresas de Adefa están integradas con sus filiales en Brasil, de la que muchas dependen. En Brasil hay una política muy clara, consistente y de largo plazo, que fue derivando en un cada vez mayor uso de etanol. Hay un corte mínimo del 27% y rige desde hace años el impulso a los autos “flex”, que pueden utilizar indistintamente nafta con ese contenido mínimo, o cualquier otra proporción de etanol. Existen surtidores de etanol puro en todos lados.
Y no es un tema solamente de Petrobrás, la petrolera estatal. La gigantesca anglo holandesa Shell, a través de Raízem (un joint venture con las refinerías de caña de azúcar Cosan), es una de las principales impulsoras del etanol. Tanto, que fueron los proveedores del biocombustible en las 500 millas de Indianápolis, en mayo pasado. Es extraño que, cuando todo el mundo ha decidido transitar hacia la descarbonización, que implica un dead line para los combustibles basados en petróleo, aquí las automotrices intentan poner un pie en la puerta giratoria. Y terminan pegándose un tiro en el pie, porque si algo no les conviene (en esta integración con Brasil) es el cambio drástico a la movilidad eléctrica. Que en la región es inviable.
El etanol de maíz tiene varias externalidades positivas. No solo implica valor agregado en origen, sino que habilita la posibilidad de expandir el maíz en regiones de extraordinario potencial, como el NOA, a 1.500 kilómetros de los puertos, zonas donde además se experimenta un crecimiento continuo de la ganadería de cría.
El desarrollo del etanol promovería no solo el aumento de la producción de maíz, sino la posibilidad de usar el co-producto (la burlanda, concentrado de proteínas y energía residual de la fermentación) en el engorde de novillos. Hay varios feedlots de escala en la región, y la burlanda permitiría bajar costos y mejorar la calidad de la carne. O introducir un recurso más en la producción de leche, como sucedió en la cuenca láctea cordobesa.
Lo que está en juego es muy importante para el agro. Los biocombustibles no solo merecen un lugar por su aporte al medio ambiente, sino como sostén de los precios agrícolas. Un tercio de la producción estadounidense de maíz va para etanol. Imaginemos lo que sucedería con los precios agrícolas si no existiera este mercado.