Un Plan de Gobierno para el desarrollo de la bioeconomía, la agricultura, la ganadería y la pesca en Argentina.

Hace más de 5 años que estoy colaborando con Carlos Lencina en Mitre y el Campo, programa que lidera el share en torno al 37% de audiencia, y llega tanto a los productores como a los que no son parte del entramado productivo. Todo este tiempo trabajando en transmitir la importancia de la Bioeconomía argentina y sus enormes posibilidades y oportunidades que se dilapidan por dirigencias que en el mejor de los casos son solo mediocres.

Todos nuestros malos resultados son verificables y también los de los países que tienen buenas políticas públicas para el sector. He buscado ser coherente y hoy lo intentaré nuevamente enunciando lo que a mi criterio debe hacer en esta nueva etapa institucional, quien tenga la responsabilidad nacional de gestionar la Bioeconomía, Agricultura, Ganadería y Pesca. Es un resumen de lo trabajado en Plan País y otros espacios como los de Barbechando.

Autor: Documento elaborado por Pedro Vigneau Germán Paats y Fernando Vilella en colaboración. - 06/11/2023


Está claro que cualquier intento será vano mientras no se resuelvan algunos temas transversales a todas las áreas, algunos de la macro como por ej. lograr una inflación semejante a la media latinoamericana, acceder a un precio único de mercado para la moneda empleada en transacciones de exportación e importación, recuperar un mercado financiero que financie al sector productivo y no solo al estado, lograr la apertura a los mercados internacionales con acuerdos que disminuyan los aranceles de ingreso y no intervenir los mercados en forma continua, entre otras. Pero solo con esto no alcanza si no se formulan políticas micro que impulsen el desarrollo, despierten inversiones y generen trabajo genuino y de calidad.

Hay otras interacciones que deben realizarse para bajar los costos, tanto logísticos y de transporte, como, por ejemplo, la reanimación del ferrocarril de cargas, la construcción de centros logísticos, el incremento de la conectividad, con instalación de servicios web con ancho de banda apropiados, construir autopistas, emplear camiones bi-trenes, y también disminuir los costos laborales para los nuevos trabajadores en blanco.

Pronto habrá una gran expansión económica y quedará en evidencia el déficit en recursos humanos adecuadamente formados. Esto requiere de respuestas de corto plazo en capacitación in situ, y lo fundamental es devolver el nivel que se perdió en las últimas décadas en las escuelas públicas primarias y secundarias, especialmente para la agrobioindustria incluye a las rurales y Agrotécnicas tan olvidadas.

Los productores sienten que son expoliados, maltratados y perseguidos con diversos instrumentos específicos, que deben ser rápidamente cambiados.

Es indispensable un eje ordenador atractivo y cercano, como duplicar las actuales exportaciones en el corto plazo y triplicarlas en el mediano. Se debe movilizar a toda la comunidad con un objetivo central que se viva como una nueva utopía: EL FUTURO ES PARA TODOS. Los 46 millones que viven en nuestro país y el millón que emigraron para tener otras oportunidades. Para lograrlo, desde el primer día hay que mostrar una hoja de ruta clara y contundente, donde todos se puedan identificar, y avanzar en su cumplimiento.

Algunas de esas medidas deben ser:

Eliminación de los impuestos a las exportaciones, mal llamadas “retenciones”. Los complejos soja, maíz y trigo con un camino corto establecido por ley, donde parte de esos recursos puedan ser bonos habilitados para el pago de impuestos o inversiones. El resto anularse desde el primer día.

Eliminación inmediata de la multiplicidad de regulaciones que impiden exportar e importar insumos o maquinarias.

Una amplia Ley Nacional de Inversiones que no discrimine sectores o regiones. Todos los instrumentos habituales (amortización acelerada, devolución automática crédito IVA, incentivos laborales…etc) serán iguales para cualquier inversión propuesta. Vaca Viva es igual a Vaca Muerta. Se eliminan todos los múltiples regímenes artificiales.

Promover inversiones privadas para la mejora sustantiva de la logística, el transporte y la conectividad.

Promover una ley de germoplasma (mal llamada de semillas) que permita recuperar el liderazgo tecnológico perdido frente a nuestros vecinos y potenciar tanto la producción de la zona núcleo como la de todas las economías regionales.

Promover la transparencia en todas las cadenas, evitando los dobles estándares impositivos, sanitarios y regulatorios a escala nacional, provincial o municipal.
Simplificar o eliminar todos los Registros especiales para productores.

Generar una Estrategia Nacional para la Certificación y la Trazabilidad, ya que tenemos el sistema productivo de menor huella ambiental y no lo estamos aprovechando en las mesas de negociaciones geopolíticas o comerciales.

Fomentar la visión bioeconómica y la economía circular. Tenemos abundancia de recursos naturales, empresarios de alto nivel y también un sistema científico tecnológico acorde a los requerimientos que permitan incorporar mucho conocimiento a la biomasa. Todo esto sin olvidar la protección a la Biodiversidad y a su aprovechamiento sostenible.

Reformular la actual y retrógrada Ley de Biocombustibles, maximizando el corte de los combustibles, y desregulando la fijación de precios.

Fortalecer con planes estratégicos de largo plazo al INTA, SENASA, INASE e INIDEP.

Refundar la frutihorticultura con foco en una alimentación saludable de los argentinos y una exportación sustantiva, impulsando la adopción de la Buenas Prácticas Agrícolas

Promover las producciones regionales para el desarrollo local a partir de condiciones que generen competitividad sustentable en un país federal.

Desarrollar un Programa Nacional de Riego que genere millones de has regadas en todas las regiones aptas, aprovechando las diversas tecnologías y fuentes de agua que incrementen y estabilicen la producción.

Con el conjunto de estos y otros instrumentos, en poco tiempo podremos duplicar y luego triplicar las exportaciones agrobioindustriales que son la clave para el cambio estructural argentino, aportando crecimiento económico y social, divisas, trabajo en territorio, asentamiento poblacional y una mejor calidad de vida para todos los argentinos.

Es importante señalar que hemos consultado expertos, productores y empresarios de distintas vertientes y todos están dispuestos a sumarse si estos enunciados son tomados. Ojalá ocurra, es el momento. Entre todos podemos construir una Argentina para los 47 millones de argentinos.

Documento elaborado por Pedro Vigneau Germán Paats y Fernando Vilella en colaboración.