Un buen resultado para Massa, una mala elección del PJ.
El peronismo perdió más de 3,5 millones de votos; el resultado del ministro de Economía es más meritorio, entonces, cuando se lo compara con la penuria de Unión por la Patria
Autor: Carlos Pagni LA NACION - 23/10/2023
Sergio Massa tuvo un doble triunfo en las elecciones generales. Salió primero, contra casi todos los pronósticos. Y, lo más importante, corroboró su hipótesis maestra: la irrupción de Javier Milei tenía como destino principal dividir el frente opositor. Es decir, cumplir el rol que él mismo, Massa, desempeñó entre 2013 y 2017 frente al kirchnerismo y que fue determinante de la llegada de Mauricio Macri al poder. Olvidar esta configuración electoral haría perder de vista un mensaje importante de las urnas: el peronismo tuvo una muy mala performance. Unificado detrás de un solo candidato, anoche no alcanzaba al 37% de los votos, que es lo que había obtenido Daniel Scioli en 2015, cuando encabezó sólo a la fracción oficialista. Es verdad que el ministro de Economía sumó más de 3 millones de votos a los que su coalición cosechó en las primarias de agosto. Fue quién más se benefició con el incremento de participación, que fue del 70 al 78%. Milei agregó 700.000. Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich, perdió 200.000. Pero Milei y Bullrich sumaron muchos más votos que los que había obtenido Macri en la primera vuelta de 2019. Entre la candidatura de Alberto Fernández en 2019 y la de Massa, ayer, el peronismo perdió más de 3,5 millones de votos. Salvo un sondeo de su cuñado Sebastián Galmarini, y otro de Raúl Timerman y Shila Vilker, ningun pronóstico había asignado a Massa el primer lugar en la elección. El resultado de Massa es más meritorio, entonces, cuando se lo compara con la penuria de Unión por la Patria.
Detectar esta fragilidad permite pensar mejor lo que vendrá. En medio de un mar de incertidumbre, ayer quedó establecida una certeza: el núcleo de la plataforma social sobre la que se asentará el próximo gobierno, cualquiera sea el ganador del segundo turno, será bastante reducido. Massa consiguió menos del 37% de los votos. Milei arañó los 30. Esta información es decisiva para calibrar la capacidad de la administración que se instale en la Casa Rosada el 10 de diciembre para gestionar la endiablada agenda de la economía. Entre otras cosas porque de la matemática de ayer deriva que el actual oficialismo estará a 22 bancas del quorum en Diputados. Una indigencia que se agiganta en el caso de Milei: le faltan 91 legisladores para lograr aprobar una ley. Este es el instrumental político inicial para abordar una agenda económica endemoniada.
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