Récord de exportaciones de granos y de carnes de Brasil en 2023.

Cosecha soja en la granja Bandeirinha, en Formosa, Goiás, Brasil. Brasil tuvo una producción de soja de 153.600 millones de toneladas en el ciclo 2022/2023. (Xinhua/Lucio Tavora)

De la mano del excepcional auge de la demanda china de alimentos, y en contraposición con la realidad argentina, el país vecino se prepara para romper todos los registros.

Autor: Jorge Castro en Clarin Rural - 27/04/2023


La Asociación Brasileña de la Industria Aceitera (ABIOVE) aumentó significativamente las proyecciones de las exportaciones de soja en el periodo 2022/2023 y las llevó a 93.7 millones de toneladas, lo que representa un alza de +1.5% respecto al mes anterior (marzo), y es casi 10% superior a la colocada en el exterior el año pasado.

ABIOVE revisó también las cifras de ventas de la harina de soja brasileña destinada al exterior, y la elevó a 21 millones de toneladas, lo que convierte a Brasil en el primer exportador mundial de harina de soja en el periodo 2022/2023, lo que significa que ocupa el lugar que históricamente ha correspondido a la Argentina.

Por su parte, la Cámara de la Industria Aceitera de la Argentina (CIARA/ SEC) sostuvo que la cosecha de soja alcanzaría a 28 millones de toneladas en 2023, lo que implica una capacidad ociosa de más de 74% del total de las plantas de la molienda argentina, que son las primeras del mundo.

El resultado sería una brutal caída de dólares, que treparon a sólo 1.228 millones en el primer trimestre de 2023, el menor nivel de los últimos 17 años.

En consecuencia Brasil tuvo una producción de soja de 153.600 millones de toneladas en el ciclo 2022/2023, y de ese total solo 52.5 millones serían procesados por la industria brasileña. Estas cifras representan los mayores volúmenes de la serie histórica de Brasil desde que se lleva registro.

Ahora, el gobierno brasileño estima que la producción de granos de este año superaría los 312.5 millones de toneladas, lo que representa un alza de 40.1 millones de toneladas respecto a la zafra 2021/2022, que equivale a un auge de 15% en el año.

Como una especie de ironía, ciertamente amarga para el gusto argentino, la cosecha récord de granos de Brasil, la más elevada de su historia, se contrapone con la brutal destrucción de activos provocada por la sequía en la Argentina, la más profunda y grave de su historia.

También lo que conviene agregar es que si la provisión de agua provocada por un clima razonable se produce el año que viene hay que prever, sin falso optimismo, una cosecha récord de la Argentina para el periodo 2023/2024, siguiendo el camino iniciado por Brasil este año.

Hay que señalar también que estos números reflejan un incremento de la productividad en Brasil de 11% en relación al periodo anterior; y que esta gigantesca cosecha se realiza en un área plantada de 77 millones de hectáreas con un rendimiento de 4.054 kgs por hectárea.

A estos datos de la producción récord de granos hay que sumarles el hecho altamente significativo de que las exportaciones de carne bovina brasileña superarían este año las 3 millones de toneladas, según el Departamento de Agricultura de EE.UU (USDA), lo que representa un volumen 4% superior al embarcado el año pasado.

Por eso –y este es un dato estratégico fundamental – las exportaciones de carne vacuna brasileña en 2023 representarían 25% del total de la proteína bovina vendida en el mundo este año, que ascendería a 12.1 millones de toneladas.

En suma, el papel exportador de carne vacuna de Brasil es absolutamente central en el mercado mundial.

Atrás de esta notable expansión del comercio internacional agroalimentario se encuentra la reapertura plena realizada por la economía de la República Popular en 2023 después de haber superado más de 2 años de dura pandemia.

La producción brasileña de carne bovina alcanzaría a 10.57 millones de toneladas en 2023, lo que indica un auge de 2.5% anual, en un rodeo de más de 300 millones de cabezas, que es el primero del mundo en términos productivos y comerciales, debido a que la ganadería de la India que numéricamente es superior está afuera del mercado por motivos religiosos y culturales.

Hay que advertir que el precio de la carne vacuna en China es cada vez más elevado a pesar de que la principal proteína cárnica consumida por el público de la República Popular es de lejos la del cerdo, al punto de que su consumo ascendió a 53 kgs per cápita en 2022, mientras que la carne vacuna trepó a 6 kgs por habitante.

Para la nueva clase media china con ingresos comparables a los norteamericanos (U$S 40.000/ U$S 55.000 anuales), y que asciende ya a más de 500 millones de personas, el consumo de la carne vacuna no depende del precio del producto, porque lo considera un artículo “Premium” propio de la culinaria más avanzada, El fenomenal crecimiento de las exportaciones agroalimentarias brasileñas es inseparable del auge excepcional de la demanda china de alimentos.