La conectividad rural en agenda
No sólo es una cuestión de números duros para la productividad Esto atraviesa la vida rural: seguridad, tiempo, calidad de vida, arraigo...
Autor: Héctor Huergo Editor de Clarín Rural - 21/04/2023
Más allá de la agenda diaria del sector, dominada por los dislates de la política económica y los efectos deletéreos de la sequía, hay cuestiones que deben ponerse sobre la mesa. Una de ellas, quizá la más importante, es la cuestión de la conectividad rural. Vienen pasando cosas a las que conviene darles visibilidad.
Esta semana se presentó en Buenos Aires el documento “Conectividad Rural en América Latina y el Caribe: Panorama, Objetivos y Acciones para la Digitalización en América Latina y el Caribe”, realizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Es una actualización del original, elaborado en 2020, según explicó Manuel Otero, el argentino que es titular del organismo que aglutina a todos los ministros y secretarios de Agricultura de América (es el brazo agrícola de la OEA).
Otero resaltó que el trabajo contó con el apoyo del Banco Mundial, CAF- Banco de Desarrollo de América Latina, y las empresas Bayer, Microsoft y Syngenta. Y que esto marca el camino colaborativo que requiere la ingente tarea de “iluminar” con internet pleno al interior. Esto implica sumar a actores de la actividad privada, desde las empresas proveedoras de insumos, equipos y servicios para la producción, que ya es inviable si se carece de buena conectividad. Y lo será más en el futuro, cuando maduren las tecnologías que vienen llegando a borbotones.
El documento del IICA es una buena puesta al día y nos indica dónde estamos parados. Se observaron avances consistentes, pero también alerta sobre el riesgo de que se amplíe la brecha digital entre campo y ciudad. Por eso implica un llamado de atención a toda la comunidad (no solo a los gobiernos). Esto lo hacemos entre todos.
Y precisamente, el Consejo Agroindustrial tiene a la conectividad como una de sus iniciativas estratégicas, en su plan a 10 años. El martes próximo hay un “Seminario sobre Oportunidades para el desarrollo Federal”, en el que se incluye un panel sobre“Bioeconomía y Conectividad”, al que fueron convocados expertos de la industria de telecomunicaciones. La compañía Telecom encargó un estudio ad hoc a la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA), que arroja datos interesantes. Por ejemplo, que la falta de conectividad cuesta casi 2.000 millones de dólares por año solo en materia de “movimientos” para trámites que se podrían hacer online si se contara con plena conexión.
Pero no es una cuestión de números duros. Esto atraviesa la vida rural.
También lo resaltó Manuel Otero en su presentación del documento. Las “cadenas de valor” no son sólo dólares. Todo empieza y termina en el ser humano, incluyendo la seguridad, la prevención de delitos y la calidad de vida, facilitando el arraigo y las posibilidades de desarrollo personal.
Tuve la oportunidad de concurrir, en las últimas semanas, a las principales exposiciones de tecnología agropecuaria de la región: Expoagro en San Nicolás, Expoactiva en Palmitas (Uruguay), Innovar en Paraguay. En los stands de las grandes marcas, había espacios destacados para exhibir sus novedades informáticas.
Una reciente publicación del MIT remarca los avances de Brasil, que triplicó su producción agropecuaria en los últimos 25 años (ver notas de Jorge Castro en esta misma edición). Estos números muestran la fortaleza del sector agroindustrial y cuánto ha movido la economía brasileña y mundial. Entre las principales soluciones y aplicaciones, el estudio destaca el uso de drones con sensores para mapear los cultivos; aplicaciones para monitorear en tiempo real y en la palma de tu mano; uso de realidad aumentada y virtual para realizar formación a distancia; digitalización de procesos para realizar transacciones financieras e informes analíticos; telemetría para recopilar y compartir información sobre vehículos, equipos y máquinas de forma remota, además de monitorear y enviar datos a través de señales de radio a una central.
Esto está pasando, y es el vaso medio lleno. Hay que llenar la otra mitad.