El modelo popular exportador.
El récord de exportaciones de la mayor compañía cervecera nacional es un hito más del modelo popular exportador.
Autor: Héctor A. Huergo editor de Clarin Rural - 11/02/2023
Un dato conocido esta semana aporta mucha sustancia al histórico debate sobre modelos de desarrollo. Al grano: Cervecería y Maltería Quilmes informó que aumentó un 50% sus exportaciones en 2022. La compañía realizó exportaciones por 421 millones de dólares y superó ampliamente las de 2021 que habían sido de 282 millones de dólares, alcanzando su récord histórico.
Y aquí viene lo interesante. La división de agronegocios de la empresa, que incluye tanto cebada como malta, representó casi el 95% de las exportaciones de la compañía. El porcentaje restante corresponde principalmente a exportaciones de cerveza, incluyendo Cerveza Quilmes, la marca insignia de la compañía, que está presente en más de 15 países alrededor del mundo. Algunos, atolondradamente, hablarán de “primarización”. De que hay que exportar “valor agregado”, y “con marca”. Por supuesto, es un camino. Pero hay que valorizar todos los eslabones de una cadena competitiva.
La agroindustria cervecera, en la Argentina, está representada por una gran cadena de valor que involucra a más de 130.000 personas y va desde el campo hasta la botella. Pero el número, a la hora de exportar, lo ponen la cebada y la malta. En los últimos años, Argentina ha logrado fortalecer su participación a nivel regional posicionándose como el principal proveedor de cebada y malta de América del Sur. Y así, se convierte en uno de los 10 principales complejos exportadores del país.
“Este resultado solo es posible gracias al compromiso y trabajo en conjunto con los productores, que nos permite tener una cebada de excelente calidad, reconocida a nivel mundial: 1 de cada 4 cervezas que la compañía elabora en el mundo es con cebada de la Provincia de Buenos Aires”. Lo dice Martín Ticinese, presidente de la compañía. “Nuestro complejo agro cervecero nos permite generar importantes ingresos para el país y estamos orgullosos de los resultados del último año”. Son más de 1.100 productores de cebada involucrados en la implementación de buenas prácticas agronómicas, buscando el bienestar del suelo y la biodiversidad, aumentar la captura de carbono y eficientizar el consumo de agua. Lo que busca el mundo. La cebada es transformada en malta en sus dos Malterías en Provincia de Buenos Aires, una en Tres Arroyos y a otra en Puán.
Lo cortés no quita lo valiente… En cuanto a cerveza, la compañía exportó un 37% más de volumen que el año anterior, principalmente porque crecieron las exportaciones de cerveza a Uruguay. Su marca insignia, Quilmes, se encuentra en 15 países, entre ellos Estados Unidos, Brasil, Francia, Japón, Alemania, Australia, México; y, en menor medida, Cerveza Patagonia, Stella Artois, Budweiser, Corona y Goose Island a Chile, México, Paraguay, Uruguay y Perú. Pero exportó también tapas de cerveza a Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia. Estas tapas se elaboran en Coroplas, ubicada en la ciudad de Quilmes. Así se integran las cadenas.
Cuando hace 23 años Bunge vendió Molinos Rio de la Plata para concentrarse en el negocio de la exportación de productos básicos, como los del complejo soja, maíz trigo, etc, muchos hablaron de “primarización”. Nada que ver. La empresa consolidó su presencia en el mercado internacional y participó el espectacular crecimiento de la cadena sojera. De la soja al aceite, del aceite al biodiesel. La familia Pérez Companc, que compró Molinos, la dividió en dos: las alimenticias que operan fundamentalmente en el mercado interno, y Molinos Agro, también especializada en exportación de commodities. Que muchas veces se confunden con productos sin valor agregado. El trigo, el maíz, la soja, son la forma de exportar industria química, fertilizantes (que es Vaca Muerta con valor agregado), genética, acero convertido en maquinaria agrícola. Y camionetas que se degluten a sí mismas en la gestión del proceso agrícola.
Es el modelo popular exportador de Pablo Gerchunoff y Roy Hora.