''Falta política de incentivo para uso de fertilizantes''

En la Argentina, después de cada cultivo el balance final de los nutrientes del suelo es siempre negativo. Concretamente, los fertilizantes que se incorporan al cultivo siempre son menores que los que se extraen en cada ciclo. Por lo tanto, cuando exportamos nuestras producciones, estamos hipotecando nuestra capacidad productiva del futuro, si no implementamos urgente políticas para compensar las pérdidas en los suelos, como una de la forma de hacer sostenible nuestro sistema productivo conservando el medio ambiente.

Autor: ARTURO NAVARRO - 01/01/2007


   Esta situación se ve agravada en todas las zonas con menores capacidades productivas y que están más alejadas de los puertos, porque la rentabilidad del cultivo en las actuales condiciones les impide poder usar los insumos indispensables para potenciar los rendimientos. Justamente las nuevas fronteras agrícolas son las que más necesitan contar con el agregado de estos nutrientes fundamentales para desarrollar un sistema sostenible.
   
   La quita de rentabilidad que se produce por la confiscación del Estado con las retenciones a la exportación, es la causa principal de esta grave distorsión que se produce en el sistema de producción en general, promoviendo que el único cultivo que se implante sea la soja, por sus particularidades técnicas y el menor riesgo político que tiene al no incidir en el IPC. Que quede bien claro, no tengo nada contra la siembra de soja, pero tener un sistema sostenible es fundamental la rotación de los cultivo y especialmente por lo que aporta el maíz, por lo tanto para mí no es un problema la suba de su precio sino todo lo contrario por el aporte que van a hacer a la productividad de nuestras tierras en el futuro.
   
   No es incompatibilidad el funcionamiento de un sistema productivo moderno y conservacionista si se hace con una rotación de cultivo acorde para cada zona y el uso de la tecnología disponible, con la necesidad de un aumento de producción. Trabajando de esta forma todas las tierras pueden mantener su capacidad de producción, conservar el equilibrio de los nutrientes de los suelos y cuidar el medio ambiente. La teoría moderna sobre el uso del fertilizante es que el objeto principal de su utilización es la tierra y no el cultivo. Por este motivo, es fundamental que quienes exploten el predio sepan que cuando se aplica un nutriente, los resultados del mismo no son solamente para el cultivo que se está por implantar sino que hay un valor residual para el próximo, motivo por el cual es recomendable para quienes trabajan sobre campos arrendados establecer en forma voluntaria, mecanismos de arrendamiento a varios años para potenciar la asociación y el resultado promedio de los intereses de las partes.
   
   El equilibrio de los nutrientes de los suelos es para la sostenibilidad del sistema productivo como el equilibrio fiscal de las cuentas públicas es para mantener estable la economía de los países.
   
   Por lo tanto ha llegado la hora de que nuestros gobernantes asuman también esta necesidad y actúen en consecuencia, si no quieren ser responsables de los graves problemas que vamos a tener en el futuro con la actual extracción de nutrientes que se está produciendo. El productor no lo puede hacer solo y menos en un sistema como el actual, que permanentemente se lo está esquilmado con la apropiación de la renta, sin devolverle nada en los momentos de crisis como son las climáticas o económicas.
   
   Una política de incentivo al uso de fertilizantes, el gobierno la tiene que promover e implementar como política de Estado, independientemente de que existan las retenciones a la exportaciones porque es una necesidad que tiene la Argentina y el mundo de mantener la capacidad de producción de los suelos, para poder aportar los alimentos necesarios a la demanda mundial-ante el aumento de la capacidad de compra y el crecimiento demográfico previstos para el futuro.
   
   Este crecimiento de producción en gran parte tiene que lograrse por aumento de productividad por hectárea y la única forma de lograrlo es con una mayor inversión en innovaciones y tecnología.
   Reservas
   
   A Sudamérica se le presenta un panorama inédito para los próximos años como productora de alimentos, porque es una de las grandes reservas de producción del mundo. La Argentina es el país que está mejor posicionado para poder conquistar nuevos mercados y aumentar las actuales exportaciones, porque tiene la capacidad de aumentar la producción de alimentos, tiene el sector agroindustrial más eficiente del mundo y también la capacidad de transformación de la materia prima para poder pasar un valor promedio actual por tonelada de 200 dólares a los 600 dólares como primera meta, si realmente se concretan políticas de Estado para todo el sector.
   
   Una propuesta para poder hacer sostenible la capacidad de producción manteniendo equilibrado el balance de los nutrientes de nuestros suelos es promover y sancionar una ley que incentive el uso de los fertilizantes para poder cumplir estos objetivos, independiente de la situación económica que esté viviendo el productor. Una forma de concretarlos es disponer que todo predio que use fertilizantes según una planificación técnica para determinados años, pueda descargar como mínimo el doble de la factura de compra.
   
   Concretamente, el objetivo de la ley sería que obligue al Estado a tener muy en cuenta esta situación en las empresas agropecuarias para poder lograr un sistema de producción sostenible en el tiempo.
   
   Cuando la rentabilidad del sector existe el incentivo para el uso sería poder descargar el doble solamente. En el momento en que la rentabilidad disminuye y se deja de usar determinada tecnología sensible, se pueda aumentar el incentivo según sean las condiciones que enfrentael nuevo ciclo productivo, como una forma de evitar una caída de producción que nos impida poder seguir cumpliendo con los compromisos externos contraídos a varios años.
   
   Tenemos que dejar de ser exportadores de nuestros saldos y convertirnos en proveedores confiables de alimentos para todas las góndolas del mundo, si queremos achicar el desempleo y poder atender las necesidades sociales de los más necesitados. El mejor plan social, más genuino y más progresista es dar trabajo en todos los pueblos del interior para detener la emigración a las grandes ciudades. El complejo agroindustrial es el sector que está en mejores condiciones para poder hacerlo, porque tiene la capacidad de poder unir determinadas pymes en las diferentes cadenas de producción y comercialización, como una forma de lograr escala y aportando de esa manera a un desarrollo rural moderno que necesita el país y que achique de esa forma la brecha entre pobres y ricos que producen la globalización, que vino para quedarse más allá que les moleste a muchos dirigentes.