Una Agenda para el Sector Agropecuario

Después de haberse superado la primera etapa de la crisis del sector agropecuario parece conveniente contribuir a diseñar una agenda de trabajo.

Autor: ARTURO NAVARRO - 07/08/2008



   
    La propuesta consiste en el desarrollo de tres capítulos. (a) Una Visión Comparada con los Países de la Región. (b) Propuestas para una Política Macro y (c) Políticas de Estados Específicas.
   
   (a) Una Visión Comparada con los Países de la Región.
   
   1. Los países del MERCOSUR mas Chile y Perú tienen gobiernos que adhieren implícita o explícitamente a políticas afines con la social democracia moderna, a la manera como se desarrolla en España. Ninguno podría ser calificado como orientados hacia el centro derecha. Sin embargo, todos ellos están cada vez más integrados al mundo globalizado como una forma de distribuir mejor el ingreso y achicar la brecha entre ricos y pobres.
   2. Ninguno de estos países tiene derecho o impuestos a la exportación.
   3. Tienen un dólar único para todos los sectores de la economía.
   4. Aplican aranceles a la importación y reembolsos para los productos que exportan con valor agregado.
   5. La inflación está controlada a través de índices genuinos y creíbles dentro y fuera de esos países.
   6. Los mayores ingresos de divisa por esta política y la mayor recaudación de impuestos, es lo que le permite a los gobiernos desarrollar políticas sociales, sin tener que sacarle a un sector para darle a otro.
   7. Ninguno de esos países subió impuestos por aumentos de precios en los mercados internacionales de comodities. Todo lo contrario, bajaron los impuestos al consumo, promovieron el aumento de las producciones y aumentaron los subsidios a los más necesitados.
   8. Para mejorar la distribución de la riqueza e igualar el tratamiento de los productores chicos con los grandes aplican el impuesto a las ganancias que a su vez es coparticipable en forma inmediata.
   
   (b) Propuestas para una Política Macro.
   
   1. Determinar cuántos son los argentinos que necesitan recibir un subsidio del Estado en forma directa. Seguir con la idea de desacoplar los precios internacionales de los internos para subsidiar con alimentos baratos a la totalidad de los 40 millones de argentinos es un disparate que impide que se pueda cumplir con el fin de ayudar a los que efectivamente lo necesiten y tener políticas agropecuarias.
   2. Disponer la liberación de precios y tarifas a fin de alcanzar una política de precios libres fijados por el mercado.
   3. Para abandonar progresivamente la política intervencionista actual el Estados y los sectores deben acordar una política para la coyuntura.
   4. La política cambiaria debe ser igual para todos los sectores. El dólar alto para lo único que sirve es para justificar los derechos de exportación, no promueve las inversiones, castiga al eficiente y a quienes exportan.
   5. Establecer aranceles razonables para la importación como una forma de proteger la industria nacional y con reembolsos que premien la exportación de productos terminados con valor agregado.
   6. Definir una nueva estructura impositiva y de coparticipación federal acorde al nuevo mapa geopolítico y de producción del país, para no frenar la capacidad transformadora de la mayor industria nacional que es la cadena agroindustrial, radicada principalmente en los pueblos del interior.
   7. Establecer un cronograma de reducción y eliminación de los derechos de exportación en cuatro años. Mientras tanto estos derechos se computarán como una retención a cuenta para pagar ganancia y otros impuestos, contribuciones nacionales y provinciales, correspondientes al ciclo en que genera el crédito.
   8. Los recursos que no se utilicen en este ciclo transitorio el Estado los deberá restituir en forma inmediata a los productores. Sería la mejor forma de segmentar a los mismos y blanquear todo el sistema de producción y de comercialización.
   9. Los fondos por derechos de exportación que se recauden en este tiempo, deben ir a un fondo fiduciario para inversiones en infraestructura manejado en forma conjunta por el gobierno nacional, las provincias y el complejo agroindustrial, basado en los porcentajes de la actual ley de coparticipación federal.
   
   (c) Políticas de Estado especificas
   
   1. Implementar políticas de desarrollo moderno que contenga a la familia rural en el campo y en los pueblos de interior. Hay que integrar la agricultura con la producción de carne vacuna, cerdo y ave, promoviendo la producción de biocombustibles y alimentos terminados. Estos se deben hacer en cluster regionales manejados por las provincias, formando redes con la participación especial de los pequeños productores, como la forma más genuina de detener la emigración a los grandes centros poblados.
   2. Promover las producciones por cadenas a fin de potenciar la capacidad de todos los eslabones. Cualquier proyecto para el desarrollo rural moderno tiene que estar basado en la educación, el conocimiento y la asociación de los pequeños productores para que puedan trabajar con escala.
   3. Permitir y alentar a que los mercados de granos estén conectados a los mercados internacionales a fin de potenciar la producción en el nuevo contexto internacional de demanda de alimentos.
   4. Promover específicamente una política de carne vacuna orientada a la exportación de los cortes de mayor valor que demanda el mundo, para que los corte de menor valor sean más accesible para el consumo interno. Dicha política debe diseñarse complementado la producción de granos y de carnes y la terminación de la hacienda se tendrá que hacer en feelot localizados en la región.
   5. Establecer y hacer cumplir un solo estándar sanitario en el país.
   6. Promover las carnes sustitutas o alternativas de cerdo y pollos.
   7. Planificar a largo plazo la producción de leches y derivados.
   8. Alentar las economías regionales o extra pampeanas y potenciar las integraciones horizontales o verticales.
   9. Implementar políticas para cubrir los riesgos climáticos y económicos a través de seguros agrícolas en un trabajo sinérgico entre el sector público y el privado.
   10. Promover una nueva ley de emergencia agropecuaria que esta consensuada por todas las entidades y el área técnica de la SAGPyA.
   11. Desarrollar como políticas de Estado el uso de fertilizantes. Debe ayudarse a la utilización de los mismos incluso para el caso de un aumento de sus precios a fin de proteger la conservación de los suelos.
   12. Promover la modificación de la ley de Warrant. Es una ley del año 1914 y hay que adaptarla a la nueva realidad de la producción y el comercio del campo como una forma de abaratar su costo financiero por ser una garantía real inembargable.
   13. Impulsar la modificación de la ley de semilla. El aumento de la producción solo será posible por el aumento de la productividad por hectárea a través de nuevas calidades de semilla que respondan a las condiciones de los diferentes suelos. Un verdadero nacionalismo es aquel en el cual la semilla que usemos en el futuro sea desarrollada y patentada en nuestro país.